Las remesas garifunas, manteniendo viva la comunidad

Los Garifuna una comunidad transnacional

Los Garífuna constituyen una comunidad transnacional ya que siendo un grupo étnico diferenciado se ha establecido sobre la costa caribeña de América Central, fundamentalmente en Honduras pero también en Guatemala, Belice y Nicaragua. Desde la década del 1930 la emigración ha sido una constante en la estrategia garifuna por la supervivencia. Desde aquellos tiempos los garifunas han emigrado hacia Estados Unidos en busca de mejor vida y de poder ayudar a sus familias y comunidades que dejaron atrás. La mayor concentración de garifunas reside en centros urbanos como New York, Houston, Nueva Orleans, y Los Angeles.

Las remesas de dinero en efectivo, que los emigrantes envían desde el extranjero a sus familias y comunidades que han quedado en la patria predominan en estas comunidades "transnacionales" y se han convertido en un factor decisivo dentro de la economía de la comunidad, sin la cual, apuntan algunos, ya no podrían subsistir. Tenga en cuanta que el monto total de remesas recibido en Honduras, supera el total alcanzado por la ayuda externa y por la inversión directa proveniente del exterior a ser recibida por el país, y constituye su mayor fuente de moneda extranjera. Sin duda alguna los emigrantes representan un gran negocio.

Hoy en día las remesas enviadas por los migrantes representan un recurso clave para la preservación de la cultura y la existencia de los Garífuna en su país natal. Pero a pesar de la afluencia de los migra dólares, el capital que ingresa a la zona se gasta mayormente fuera de la comunidad, en ciudades grandes como San Pedro Sula, donde los individuos acuden a cobrar sus remesas, así como en el costoso viaje que es necesario para hacer efectivo el cobro. Los servicios financieros de los que disponen la comunidad son mínimos, al igual que la experiencia necesaria para hacer uso de ellos, por lo que las remesas terminan no siendo usadas de la mejor manera. En muy pocas ocasiones estos recursos se utilizan en negocios que generen empleos y mejoren a la comunidad, mayormente se utilizan en gastos familiares y se derrocha de manera ineficiente.
El capital social también ha sufrido una merma considerable en las zonas receptoras de remesas a causa de la desigualdad y dependencia que este recurso tiende a fomentar.

Resulta una contradicción interesante que los hombres que permanecen en la aldea reproduciendo la cultura "tradicional" ensalzada y añorada por los emigrantes, que constituyen la pesca, la construcción de canoas y la manufactura del pan de yuca y de coco, oficiar de músicos durante los funerales y otros rituales, no gozan del mismo prestigio que aquellos que emigran al extranjero y regresan de tanto en tanto, pero trayendo migra dólares.”